Como hemos dicho en el punto anterior, el tratamiento fundamental, de base, de la endometriosis consiste en la extirpación quirúrgica o la destrucción (por ejemplo, mediante la electrocoagulación) de todos los focos visibles de la enfermedad, todo seguido de la liberación de adherencias, extirpación de quistes de ovario, etc. La cirugía bien realizada es el mejor tratamiento disponible a la fecha.
Por ello es éticamente obligatorio que los cirujanos laparoscopistas que encaren el tratamiento quirúrgico de la endometriosis, tengan experiencia en esta enfermedad, y estén ellos (o en equipo con cirujanos generales) capacitados para intervenir en todos los casos, aún los más severos, que pueden incluir la resección de segmentos intestinales, vejiga, etc.
Luego, las opciones se adaptarán a cada caso en particular. Cuando el síntoma que preocupa es el dolor, en casos de excepción se podrá suprimir la menstruación (menopausia médicamente inducida) durante 3 o 4 meses, para luego continuar con la administración prolongada de progestágenos (como el Dienogest), o de anticonceptivos orales, parches, anillos vaginales o inyectables (idealmente en forma continua, sin descanso menstrual) – además de los analgésicos que sean necesarios inicialmente. Si no se administran drogas para inducir la menopausia, se indican progestágenos o anticonceptivos desde el postoperatorio inmediato (lo que ocurre en la gran mayoría de los casos).
Como Investigador Principal de una nueva molécula, el Elagolix NR, he podido comprobar en forma personal la eficacia de esta droga para el tratamiento del dolor asociado a la endometriosis. Este nuevo producto, que induce estados de menopausia médica, ha sido oficialmente presentado en el reciente XIII Congreso Mundial de Endometriosis (Vancouver, Canadá, Mayo de 2017) y estará disponible en América del Norte a fines de este año y seguramente en nuestra región el año próximo. Por vía oral, lo que permite descontinuar la medicación en cualquier momento, es un producto de gran tolerancia y demostrada utilidad. Su único conflicto, la alteración de la masa ósea en tratamientos muy prolongados, es fácilmente controlable indicando simultáneamente una muy baja dósis de estrógenos. Esperamos con interés la disponibilidad del mismo, para mejorar los recursos actuales para el tratamiento de esta enfermedad.
Si la paciente consulta por infertilidad, nuevamente, es la cirugía el tratamiento que mayores resultados presenta – excepción hecha de los casos graves en los que la anatomía se encuentra severamente alterada, imposible de ser restaurada.
Si el embarazo no ocurre dentro de los 6 meses de una cirugía exitosa, o cuando ello no ha sido posible, se debe recurrir a las técnicas de fertilización asistida. En estos casos debe considerarse que – por los motivos referidos en el primer punto tratado (alteraciones inmunohistoquímicas) los resultados serán siempre menores que aquellos correspondientes a pacientes que no presentan la enfermedad. El tiempo de espera para iniciar los tratamientos de asistencia reproductiva podrá ser menor o mayor dependiendo de la edad de la paciente.