Factor peritoneal o tuboperitoneal

No todos los autores lo consideran un ítem aparte, pero por su trascendencia, en especial en pacientes que han sufrido infecciones pelvianas previas o que padecen endometriosis, leiomiomas uterinos (fibromas) o quistes de ovario complicados, para mí tiene importancia crucial: las adherencias pelvianas generadas por estas enfermedades, pueden interferir en el traslado normal del óvulo desde el ovario hacia el interior de las trompas, y – además – los tumores benignos, como los leiomiomas, por la distorsión anatómica que producen, dificultar el logro del embarazo..

Las trompas enfermas – hidrosalpinx, piosálpinx, obstrucciones tubarias – por lo general no permiten el embarazo. En caso de ocurrir, se asocian a una mayor incidencia de embarazos ectópicos , esto es, localizados – por ejemplo – en el interior de las trompas. Incluso cuando se debe recurrir a la fertilización in vitro, las trompas dañadas (hidrosálpinx con diámetro mayor a 1 cm), deben extirparse, ya que su presencia disminuye la tasa de embarazos por este procedimiento.


Un experto puede sospechar la presencia de un factor peritoneal en el interrogatorio, avanzar en la sospecha mediante el examen ginecológico, y observar fácilmente el factor peritoneal en una histerosalpingografía. El diagnóstico de certeza (y cuando es posible, su tratamiento) requiere la realización de una laparoscopía.

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